Ángel ha escuchado que van a poner una bomba y que quieren capturar a Kioni y ahora ha informado a los demás. Quieren mudarse pero hay alguien infiltrado largando información. Básicamente es un resumen del último fragmento xD Espero que os guste <3
(Capítulo 14)
Estaba cansado,
frustrado y, por tanto, de un humor de perros. Hacía dos días que Marco y Bea
habían salido en busca de la chica, nadie había vuelto y los que quedaban en la
cueva estaban en modo búsqueda intensiva: había alguien vigilando el exterior
las veinticuatro horas del día, al menos quince horas estaban los cuatro en
exploración activa, y se turnaban de vez en cuando, de dos en dos, para
descansar. No habían conseguido nada de momento y eso lo único que hacía era
que Ángel se sintiese más nervioso e impotente.
Raúl había
prometido - y amenazado - estar atento todo el tiempo, por si percibía algún
comportamiento sospechoso por parte de cualquier miembro del clan, aunque
claro, había dos que no se encontraban presentes, tal y como no paraba de
recordarse el joven. De todas formas, el líder había decidido sabiamente que lo
mejor era no discutir ese tema con nadie, pues podría crear desconfianzas y
desacuerdos que derrumbaran el sistema; sin contar, claro, con las posibles
capacidades persuasivas de los sospechosos.
Pero Ángel no
estaba dispuesto a dejarlo pasar con tanta facilidad. Tenía claro que la culpa
de aquella precaria situación a la que se afrontaba nuevamente era el topo. El
topo que nadie sabía quién era, salvo él mismo... o ella misma. Los demás
creían que era el chico, porque lo percibía. Era el novato, el recién llegado,
y las cosas se habían puesto feas poco después de que él llegara. Y era más
fácil dudar de él que de algún miembro veterano. Incluso Annie parecía tener un
conflicto interno con respecto a él.
Aun así,
consiguió interceptar a Raúl dirigiéndose hacia su cuarto, donde trabajaba, en
un turno en el que les tocaba descansar a ambos. No estaba dispuesto a dejar
pasar la situación con tanta facilidad. Seguía preocupado por la chica y estaba
convencido de que él debería haber salido también; por supuesto, Raúl
desconfiaba de él, aunque no quisiera decírselo. Igualmente, tenía que
intentarlo.
-¡Raúl!
¡Espera! Un momento, por favor.- El hombre por fin se dio la vuelta,
escrutándolo seriamente con unos ojos calculadores. El otro se acercó
corriendo-. ¿Quería...?
-No me digas
que vas a seguir con lo de Kioni.
-Yo...- replicó
el muchacho, enrojeciendo de vergüenza y rabia.
-Olvídalo,
chico. Ya está hecho, y...
-Pero creo que
deberíamos estar más atentos. No sabemos quién es el traidor y...
-Es cierto, no
sabemos quién es. Y podría ser cualquiera, así que no me juzgues por mi
elección.
-Sí. No sabemos
quién es- repitió Ángel, adusto, mirándolo a la cara con los ojos
entrecerrados-. Y podría ser cualquiera, ¿no es así?
El jefe soltó
una suave risa irónica, captando la indirecta.
-¿De verdad
crees que yo podría ser el culpable? Chico, somos seis. Siete, contando con
Kioni. Y me ha llevado años agruparos.
-Eso no quiere
decir nada.
Durante un
instante, el otro sonrió con sorna, y después se puso serio.
-Tienes razón.
Eso no quiere decir nada. Pero te puedo asegurar, me creas o no, que no os
estoy conduciendo a ningún tipo de trampa letal. Por lo que a mí respecta,
podría ser cualquiera de vosotros, lo cual me dolería sinceramente... Mi
confianza no es algo fácil de ganar- apuntó intencionadamente. Ángel se mantuvo
impasible, pero replicó:
-Admítelo. Tú
también piensas que soy yo, ¿no es así?
Ángel dudó una
milésima de segundo, pero finalmente asintió con la cabeza. El otro pareció
mostrarse conforme y, sin otra palabra, se marchó.
Nada, que mis sentimientos por Ángel no cambian xD Me gusta, a ver qué más pasa ^^
ResponderEliminar¡Un beso!
Ojalá pudiera poner una carita de Whatsapp de esas que están del revés. Expresan muy bien mi frustración reprimida.
EliminarEn fin. Supongo que lo que tiene que ser tiene que ser xD Y si te tiene que caer mal, pues que te caiga mal.
Grasias ^-^
¡¡Un beso!! <3