Sorry. Sí, por si no os habíais dado cuenta, la novela es una cosa que subo cuando no sé qué subir.
Por cierto, feliz semana a los feriantes de Sevilla.
Capítulo 14
Sierra de Carrascoy, Murcia, 5 de diciembre de 4001
Aquel día,
Ángel estaba tranquilo, a pesar de su nuevo trabajo. No sentía presión ni
inquietud. No le preocupaba que pudiera pasar nada y esperaba que, en caso de
que sucediera, pudiera manejarlo sin problemas. Y más o menos así fue.
El cielo estaba
nublado y tormentoso. Hacía aire y, a pesar de todo, escuchó unas voces lejanas
mientras patrullaba cuidadosamente entre las ramas de los árboles. Le habían
especificado que no se moviera de la entrada, que debía permanecer a cubierta
bajo toda circunstancia, ya que era el único sitio por el que se podía entrar
y, por lo tanto, era necesaria su vigilancia permanente para dar la voz de
alarma. Cualquier otro estímulo que se desviara de su trayectoria de guardia
podría tratarse de una distracción.
Sin embargo, el
gorrión silbó apremiante, y de repente tuvo la corazonada de que era importante
que acudiera, que no se trataba de una trampa. Era posible que no fuera más que
eso, intuición, pero el chico decidió que el clan podía defenderse bastante
bien y que, de momento, merecía la pena correr el riesgo.
Giró hacia el
sur, de donde le llegaba el estímulo, y se movió ágil y silenciosamente entre
las ramas, sacudiéndolas ligeramente como si se tratara de una ráfaga viento -
aquellos días eran geniales para el camuflaje -. Se encontró con que un par de
militares susurraban entre los árboles, ajenos a su presencia. Parecía que
estuvieran charlando de algo importante, por lo que el muchacho comprendió que,
en efecto, no se trataba de ningún truco.
-...entiendo.
Si ya sabemos dónde están, ¿por qué no atacamos?
-Ya escuchaste
sus órdenes. Hay que esperar al momento adecuado.
-Nosotros somos
más y estamos mejor preparados...
-Pero este es
su terreno- le recordó su compañero-. ¿Acaso no te acuerdas de la última vez?
Elsa y Julio...
-Ellos los
mataron- completó el otro entonces, con una rabia que hizo que el chico se
estremeciera, colmado de culpabilidad y miedo-. Mataron a mi mejor amiga... Y
nosotros no podemos hacer nada. ¿No va siendo hora de que...?
-Relájate.
Venga. Ten en cuenta que es mejor que hagamos lo que dicen. Ellos saben lo que
hacen, tienen a...
-No hables de
eso aquí- siseó el otro, y entonces se tranquilizó-. Por si acaso. Haremos lo
que dicen, ¿vale? Está bien. De todas formas...- titubeó-. ¿Qué haremos con la
chica humana? Es un problema, ¿no? Es ella quien los sustenta y eso...
-Sí.
Vigilaremos sus entradas y salidas. Cuando den la orden, la capturaremos. Creo
que la quieren viva...- Se encogió de hombros-. De momento, céntrate en la
bomba. A lo mejor, si destruimos su refugio, lo tendrán más difícil...
Ángel no
necesitó oír más. Corrió - o más bien voló - de vuelta a la entrada y tras
comprobar que, en efecto, no había ningún otro militar patrullando por la zona,
volvió a la pequeña oquedad en la pared que daba paso a la cueva natural que
era su vivienda. Su nuevo hogar. Y querían arrebatárselo otra vez.
Shit is about to go down.