POR FIN. ACABÉ.
Sí, habéis leído bien. He acabado Selectividad (y me atrevería a decir que suficientemente bien, pero bueno, tendréis noticias mías cuando sepa más ;P). Agagag qué nervios no sé qué hacer ahora. A ver cuando saquen las notas xS
Mientras, podéis volver a mis maravillosas entradas (que sé que estabais esperándolas durante mucho tiempo). A veces parece que se me olvida que esto se supone que es un blog literario xD Aunque ahora no sé cómo clasificar el blog, si soy sincera. Hay desde dibujos, relatos, parodias de canciones de mangas y novelas crueles y horribles que juegan con tus sentimientos...
No creo que pueda ponerme al día con tooodos vuestros blogs pero sí volveré a pasarme por ellos. Y no te preocupes, Val, que la siguiente entrada que haga será la tuya ;D Y maaadre mía todavía le debo un dibujo a Narradora (como del año pasado... Dios...) Intentaré ponerme a tope este verano xP
Y ahora, CHANCHAN, novela, que para eso estáis aquí jajaja
(Capítulo 11)
-¡Ángel! Madre
mía, Ángel, ¿estás bien?
Antes incluso
de que su cuerpo se encontrara con la tierra, con el suave crujido de la tierra
y las hojas y un gruñido de dolor, Kioni ya corría hacia él. Se arrodilló a su
lado y examinó su cuerpo en busca de heridas. Estaba lleno de cortes y
magulladuras, pero no parecía haberse roto nada. Entonces le lanzó una mirada
fulminante a los otros dos.
-¿Pero qué
demonios os pasa? ¡Estáis enfermos!
-Ha volado,
¿no?- replicó Raúl, con una fría tranquilidad que no permitía réplicas ni insultos.
Se dio la
vuelta y se encaminó de vuelta a la cueva, con el resto del clan. Marco
intercambió una última mirada seria con la muchacha antes de ir detrás de él,
dejándolos allí solos, a su suerte y con la única compañía del gorrión.
Tendrían que apañárselas para volver, por muy agotado y dolorido que se
encontrara el chico.
Ángel intentó
moverse y soltó un gemido cuando intentó apoyarse en el pie izquierdo. La otra
se volvió rápidamente hacia él.
-¿Estás bien?
El otro comenzó
a reír a carcajadas. Y, por primera vez, vio un verdadero brillo de felicidad
en su mirada, un brillo que nadie, nunca antes, había visto. Un brillo
correspondiente a la comprensión y la aceptación de la propia identidad.
-¿Me has visto?
Lo has visto, ¿no? Lo he conseguido.- Sacudió las alas, no sin que se le
escapase una mueca de dolor; no obstante, no perdió la sonrisa. Luego repitió
en un susurro-: Lo he conseguido.
-Me parece
genial, de verdad. Pero ahora hay que llevarte a que te vea Annie. Y a que te
cambies esa ropa, la tienes hecha un asco.
Aguantando el
dolor, el aludido se levantó, aunque se tambaleó un poco hasta que la otra lo
estabilizó. A continuación se quitó la camiseta, totalmente hecha jirones, para
así poder recolocar sus alas en la posición en la que deberían haber
permanecido hacía ya muchos años. Ella, por su parte, se quedó descolocada,
ruborizada e intentando mirar a cualquier otra parte, a pesar de que se veía en
la obligación de ayudarlo a andar de vuelta a los túneles.
-¿Qué ha
ocurrido?
-Los chicos.
Raúl y Marco, lo han empujado al vacío para que vuele- contestó la otra, la
acusación y la rabia tiñendo su voz.
-¡Qué!- chilló,
aunque se acercó rápidamente antes de poder recibir una respuesta-. No habrá...
-Tranquila.
Marco estaba preparado para recogerme- agregó el otro alegremente-. Solo me he hecho daño al aterrizar.
-¿Aterri...?
-Lo he
conseguido, Annie- sonrió el otro, moviendo las alas.
Por primera vez
desde que llegaron, la mujer se fijó en ellas y alzó las cejas, sorprendida. Su
expresión de enfado se desvaneció ligeramente y comenzó a surgir la duda en sus
ojos castaños. Al final también sonrió, lo cual molestó a la joven humana. ¿Tan
maravilloso era volar que todos pasaban por alto lo que realmente había
ocurrido, el riesgo que había corrido? Era cierto que algunas veces Marco la
había llevado, y la sensación era liberadora, te dejaba sin aire. Pero...
-Por favor,
¡podría haber muerto! El que haya conseguido volar no es ninguna excusa para lo
que han hecho.
Ambos
fruncieron el ceño; Ángel con expresión de discrepar, sin embargo, Annie
pareció coincidir por fin con ella. Asintió con brusquedad y lo dirigió hacia
su cama.
-Es cierto. No
deberían haberlo hecho. Estoy segura de que había otra manera.- Le dirigió una
sonrisa tranquilizadora a Kioni-. Hablaré con ellos. Pero ahora lo primero es
lo primero. ¿Puedes traer vendas? Parece que esto es un esguince...
Pues nada, chavales, ¡a disfrutar del verano! :P
*VOTAD A MARCO Y RAÚL*
ELLOS CONSIGUEN SUS PROPÓSITOS
ELLOS CUMPLEN LAS PROMESAS
No se hacen responsables de los posibles daños colaterales
Pero si lo consiguen, lo consiguen, ¿no?
xD

Madre mía estoy fatal...
Lol, me encanta xD Aunque estoy de acuerdo con Kioni, ¿cómo es que nadie se fija en que lo han tirado desde un precipicio? Lolaso xD
ResponderEliminarGenial, como siempre, aunque no esperaba otra cosa de ti ;)
¡Un beso!
Jajaja muchas graciass ^-^ Me alegra ver que compartes ese punto de vista :P
EliminarTenemos que hacer una campaña, en serio, jajaja xDxDxD Cómo solucionar problemas: estilo... Va, da igual el estilo, los problemas se solucionan xP
Me encanta tu eficacia, no fallas comentando <3
Un besooo
No hay de qué, era lo más lógico xD
EliminarJajajaja, me encantaría ver el resultado de la campaña, aunque creo que acabaríamos en un psiquiátrico xD Lo bueno es que se resuelvan los problemas, sin duda.
Soy la persona más eficiente del mundo (o casi ;)
¡Un beso!
¡Hola!
ResponderEliminarMe encanta el capítulo, as always... Aunque quizás lo relea cuando tenga menos sueño XDD.
Y las fotos son la leche, by the way.
Prrrrr ya verás como has pateado todos los metafóricos culos de los exámenes.
¡Un beso!
Lol xDxD Eso espero...
EliminarGraciaaaas ^-^ Probablemente deberías hacerlo, he tenido la experiencia de leer con mucho sueño. Al día siguiente no sabía si lo había leído de verdad o si había sido un sueño. O, peor, no me acordaba de nada xD
Me alegra que te gusten las fotos, lo del acantilado es artesanal ;)
Un beso <3