viernes, 20 de febrero de 2015

Fragmentos: Con la vista hacia el cielo (XV)

Wow. Wooow. No publico nada de la novela desde el año pasado (en serio O.O) Sori. Pero ya está aquí, así que podéis gritar y dar brincos de alegría. Vale. No. Pues ahí tenéis, para que lo leáis y eso. Para el resto de partes, id aquí.

(Capítulo 10)
-¿Qué ocurre, Kioni?- preguntó Marco con resignación, cruzándose de brazos. Le lanzó una mirada de reojo a Ángel, que respondió con una media sonrisa. Todavía no tenía muy claro por qué estaba haciendo aquello.
-Es por la postura- se quejó, volviendo a centrar su atención en el otro-. Siento como si no golpeara con toda mi fuerza.
El alado suspiró.
-Abre las piernas. Flexiona las rodillas. A ver cómo pones esos puños...
La chica hizo lo que le pedía mientras percibía por el rabillo del ojo una sombra que se deslizaba sigilosamente por la entrada de la salita de piedra. Y en ningún momento Marco pareció darse cuenta.
Cuando Ángel llegó al salón, se encontró con que Raúl llegaba desde su pequeña habitación, por el pasillo de la izquierda. Se detuvo antes de entrar, pegándose a la fría pared de piedra y evitando soltar una palabrota a duras penas. De repente, sin esperárselo, una silueta veloz cruzó la habitación y fue a la cocina. El jefe no hizo más que fruncir el ceño, irritado porque su delegado no estuviera allí, vigilando; sin embargo, cuando le llegó el sonido de cristal roto, soltó una maldición y corrió hacia lo que fuera que Líber había hecho.
«Bendito pájaro.» Era su ocasión. Con el sigilo que había estado desarrollando durante tantos años, cruzó el salón y llegó al pasillo que conducía a la entrada. Tres pasos cortos y trepar un poco por una rampa empinada y... libertad.
Inspiró aire profundamente, estiró los músculos. Incluso se deshizo de la incómoda camiseta que siempre se veía obligado a llevar y dejó que las alas colgaran lánguidamente de su espalda. ¿Qué más daba que no pudiera volar? ¿Qué más daba que tuviera que arrastrar las alas? Por fin se sentía libre de responsabilidades, de peligro. Al fin y al cabo, en aquel lugar, tan alejado de todo, tan alto... ¿Qué podía pasar? Por primera vez, la altura no lo intimidaba tanto. De alguna forma... lo protegía. Y aunque echase de menos a Pol, al padre Javier, a Zorro y a todos los demás... A pesar de la nostalgia... Al fin podía acostumbrarse a ella, al fin podía intentar olvidar. O eso creía.
Mientras, en el interior, Raúl llegaba con paso firme al gimnasio, sumamente enfadado. Cuando se encontró a Marco hablando desganadamente con Kioni, entrecerró los ojos y espetó:
-¿Qué demonios te pasa? ¿Eres sordo, quizá?
El hombre se dio rápidamente la vuelta, sorprendido y molesto, aunque parcialmente preocupado. La chica, en cambio, evitaba mirarlo a los ojos.
-¿Qué pasa?- replicó el otro alado.
-¿No estabas vigilando el salón? Al crío se le había metido en la cabeza que quería salir... ¡Mierda! ¿Dónde está Ángel?
Y se fue rápidamente por el pasillo. En aquel instante, Marco comprendió y se volvió rápidamente hacia la joven negra, quien casi podía ver cómo echaba chispas. Se encogió, culpable, y eso fue lo único que el hombre necesitó.
-Sabes perfectamente cómo colocarte. Sabes cómo descargar tu fuerza.- No era una pregunta, sino una afirmación. De repente le dio un fuerte puñetazo al saco, sobresaltándola-. Llevas aquí un montón de tiempo, joder. ¿Cómo he podido ser tan estúpido?
-Yo no...
-¡Cállate!- espetó-. Lo sabías. Tienes algo que ver, ¿no? El chico te convenció para que lo ayudases.
-Pero...
-No sabes lo que significa, ¿verdad?- la interrumpió; ya no parecía enfadado, tan solo cansado-. Nos están buscando. Aunque no vuele, podrían verlo... De hecho, hay francotiradores, y el que no vuele significa que le cuesta más huir. Kioni... has dejado que se ponga a sí mismo en peligro.
Y se fue. La muchacha apenas podía reprimir las lágrimas, pero tensó la mandíbula y cerró los puños con fuerza. Ya no solo se sentía avergonzada ante Marco, sino que también, de alguna forma, se sentía responsable de la seguridad de Ángel. Y si algo le ocurriera...

2 comentarios:

  1. Muy interesante Irene, aunque la verdad es que me pierdo un poco xD
    Un beso ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja ya, sobre todo después de la última vez que puse algo :S Pero es que tampoco puedo subirlo entero... :-/
      No te preocupes que te lo soluciono ;)
      Un beso <3

      Eliminar

¿Comentas? *oo* I shall be forever grateful

Pokemon - Vulpix