sábado, 18 de octubre de 2014

Fragmentos: Con la vista hacia el cielo (X)

Sí, por fin os traigo la continuación. Como siempre, comentad, que me hace feliz, y si queréis ver el resto de partes id a la página Fragmentos.


(Capítulo 8)
Ángel permaneció un par de minutos observando fijamente el techo. A continuación, comenzó a escuchar pasos en el exterior. Con toda su fuerza de voluntad y con la ayuda de un poco de adrenalina, se volvió hacia la puerta justo a tiempo para ver cómo Kioni entraba con un hombre. Era mayor, el pelo le caía ensortijado, entre grisáceo y negro, alrededor de la cara, y sus ojos oscuros eran duros. Su expresión, en general, era como un trozo de mármol, cubierta por una sombra permanente.
Cuando clavó su mirada en él, sintió un escalofrío. Parecía que le estuviera atravesando, leyendo en su interior sin contemplaciones. Era una figura imponente, no obstante, y se sentía seguro en su presencia. No le costó mucho comprender que era el cabecilla del grupo.
-Ángel.- La chica parecía algo incómoda, casi tan temblorosa como él-. Este es Raúl. Es... ejem... quien lo controla todo, básicamente, y quería verte.
El muchacho se quedó con la mirada enganchada en la del hombre, tan negra, tan profunda, tan intimidante. Al cabo de un rato, creyó comenzar a distinguir sentimientos, como si intentara pescar criaturas resbaladizas y ágiles de aguas turbias y frías, pero en ese momento el hombre habló.
-Una cara bonita. Pero alas inútiles. ¿A qué se debe eso?
Abrió la boca para hablar, para protestar quizás, pero se dio cuenta de que no tenía muy claro qué decir. Frunció el ceño, clavando la mirada en un punto infinito, intentando pensar. Porque eso era lo que aquel hombre, Raúl, le estaba haciendo: pensar. Porque nunca antes, jamás, se le había ocurrido, al menos no de una forma seria. ¿Por qué no servían sus alas? Siempre le había dado demasiado miedo pensarlo.
-Quizás... tenga un problema con ellas- murmuró, en un tono casi inaudible, aunque Raúl no le hizo repetirlo en voz más alta-. No me funcionan o... Yo que sé, ni siquiera me han enseñado, quizás eso influya.
-Quizás- concedió el otro-. Probablemente. Pero el problema no es ese. El problema es que no te atreves a aceptar las alas como una parte de ti.- Se acercó a la cama y Ángel contuvo el impulso de arrastrarse lejos-. Créeme, el gen está bien marcado. El fallo no está en tus alas, sino en ti.
El joven intentó enfadarse, verlo como una acusación de la que tenía que defenderse. Pero el hecho era que no era el caso. Lo había pronunciado como un dato más, como algo que solucionar, no como una ofensa a sus habilidades. Se quedó otro rato mirando a la cara a aquella persona tan peculiar, que en tan poco tiempo lo tenía tan confundido. Porque no era, precisamente, un libro abierto. Entonces desvió la vista.
-Piénsalo, chico. No vamos a dejar que te quedes aquí así como sí. Tienes que aprender a volar. Ve asumiéndolo.
Aquella afirmación lo aterró tanto que no fue capaz de responder. El otro tampoco parecía esperar que lo hiciera, pues se dio la vuelta para marcharse. Entonces Ángel se dio cuenta de una cosa. La chaqueta de cuero estaba ligeramente abultada por detrás pero, sobre todo... Un puñado de plumas blancas asomaban por debajo.
Inmediatamente, el joven soltó un grito de sorpresa mientras se incorporaba lo más bruscamente que podía. Los otros dos lo miraron con el ceño fruncido, alterados por su reacción.
-¿Qué demonios te pasa, chico?
-Tienes...- tartamudeó-. Tienes alas.
-Claro. ¿Qué creías?
Miró entonces a Kioni de forma acusadora. Ella se encogió de hombros y levantó los brazos, a la defensiva.
-¡Yo se lo dije!
Raúl volvió su mirada hacia él. Parecía bastante irritado.
-Entonces es obvio que no se entera. Annie, la chica que te ha estado cuidando, también las tiene. Que no te hayas fijado es algo muy distinto.
-O sea... que no es solo Marco- murmuró, sintiendo que palidecía.
-¡Claro que no!
-Aquí todos menos yo las tienen- intervino en el mismo instante la muchacha. Su mirada mostró rabia y celos durante un instante tan breve que pensó que se lo había imaginado. Luego esbozó una sonrisa irónica-. Por eso me usan de recadera. Que gente-pollo fuera por la calle tranquilamente sería muy raro.
Fue lo último que dijo antes de que el hombre le hiciera un gesto de cabeza hacia la puerta, susurrando algo como:
-Dejémosle descansar. Tiene que empezar a acostumbrarse a no ser especial.
Sus palabras parecían duras, pero no sonaban como tal. Raúl era una persona bastante extraña. Parecía plantear hechos de forma fría, insensible, despreocupada. Pero no de forma ofensiva ni irritante, tan solo objetiva.

Y cuando salieron de la habitación, comenzó a darse cuenta de que era cierto lo que decía. Ya no era especial. De hecho, sorprendentemente, Kioni, que encajaba perfectamente bien con el resto del mundo, era la única que estaba fuera de lugar en aquel sitio. Durante un breve instante, la esperanza lo embargó. Y luego recordó que tenían que esconderse. Que los buscaban, fuera lo que fuese lo que querían hacerles - probablemente nada bueno -. Que eran los apestados, los que nadie quería, los que todos temían, tan despreciados que ni siquiera podían aparecer en las calles.

¡Un beso a todos!

4 comentarios:

  1. Un capítulo interesante, la verdad. Y, y aunque los pones de manera salteada, creo que Ángel me cae mal. No sé, no termina de gustarme. Raúl y Kioni me gustan más ^^
    Esperaré a que subas más ;)
    Un beso :D

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    Respuestas
    1. Pobrecito por quéeee? D: En serio, sois demasiado exigentes con los protagonistas, yo ya no sé qué hacer x(
      Bueno, aun así seguiré subiendo cachos, a ver si os consigo convencer de lo contrario...
      Un beso.

      PD: te has ganado bullying extra a alealejandrrro xD

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    2. ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué te ha hecho el pobre Alejandro (sobre todo teniendo en cuenta que lo suyo está acabado y más que acabado)?
      Pues no sé, no termino de congeniar con él. ¿Te gusta más así? Cambio lo de "me cae mal" por "no termino de congeniar con él", que queda más bonito, políticamente correcto y es más cierto xD
      Un beso ^^

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    3. Lol, bueno, realmente no importa, piensa lo que te dé la gana. No soy nadie para cuestionar tus gustos xD
      Me alegro de que te guste Kioni porque tendré que hacerte una pregunta vital (literalmente) ewe
      Y bueno, yo intentaré que congenies con Angelito (en realidad no, su personalidad va a ser la que ya tenía prevista, si te cae bien o mal es cosa tuya xD)
      Un beso <3

      PD: Alealejandrro is never ouva eue

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